Fotos y Textos Silvia García María
Si hay algo que ha acaparado toda la atención en la jornada de ayer domingo, sin duda ha sido David Delfín. No es que el resto hayan estado mal, es que nadie en estos momentos mueve más gente que él. Si este fin de semana hubo público, en este desfile más. Y no sólo por aforo de invitados, sino también por asistencia de periodistas: una grada entera, que no es poco.
Y es que el malagueño levanta pasiones con sus diseños. Quizá porque se le ha bautizado como transgresor y se ha convertido en el modisto fetiche de la fauna moderna madrileña. Pero, si hay algo que me gusta de su ingenio es la condición unisex de sus prendas. Esa rotura entre hombre y mujer sin que resulte ridícula me parece digno de destacar. En Davidelfin no importa el género a la hora de hacer un patrón o escoger un color, la frontera imaginaria que divide lo masculino de lo femenino es irrisoria.
No sólo es que lo piense yo. Es que también deben opinar así sus seguidores, que rompieron en aplausos y vítores cuando salió a escena, a ritmo de Björk, una chaqueta masculina de un rosa fucsia vigoroso. Todo en David Delfín es creatividad. Desde la línea de sus prendas hasta el estampado. Es imposible no diferenciar un diseño suyo. Y eso es lo que mueve tanta prensa.
A mí estéticamente no me gusta nada, pero en cada colección hay coherencia con lo presentado anteriormente, a la ropa no se le ve mala factura, tiene un concepto muy definido y eso es maravilloso, porque una firma que tiene cuatro días al haber hecho bien las cosas ha alcanzado lo necesario para triunfar: tener una imagen de marca, precisamente lo que el ochenta por ciento de lo presentado en Cibeles no tiene. Me parece que lo están haciendo muy bien. Saludos ;)
Davidelfin es una empresa que intenta funcionar por sí misma, y no como excusa-fachada para, por ejemplo, vivir de las subvenciones. Con eso nos vale. Ha rejuvenecido un poco el concepto “moda española”, yendo a lo esencial y demostrando que no son todo desfiles y saraos, sino que hay que producir, hay que vender, hay que moverse. Estéticamente unas veces no me dice nada y otras me dice “¡plagio!, ¡copia!”, pero eso es lo de menos, aunque a veces me dan ganas de decirle que yo también sé quienes son Raf Simons y Gaultier. Pero al menos no insulta al personal presentando colecciones que jamás llegarán a las tiendas y su estilo está mucho más cerca de la calle que las payasadas de Montesinos o los fusiles descarados de Lydias Delgado, Migueles Palacio y similares. He dicho.
Me hago fan del amarillo que presenta Delfin, me lo apunto pero para verano… lol
Besos
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Love that bright pink blazer! But I don’t think lots of men will wear this color :)